INTERNET, CULTURA DIGITAL Y TRANSFORMACIONES EN LAS ORGANIZACIONES


Material Uso Exclusivo Cátedra Piñeyro Prins – Teoría y Comportamiento Organizacional. Uso CC citando fuente

INTERNET, CULTURA DIGITAL Y TRANSFORMACIONES EN LAS ORGANIZACIONES

En la actualidad se está produciendo una profunda transformación social, económica y política motivada por el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Se está asistiendo a un proceso de grandes cambios tecnológicos que permiten configurar la denominada Sociedad de la Información. Vivimos entonces, en un mundo digital, global e hiperconectado, caracterizado por el cambio social y tecnológico continuo y acelerado, la irrupción constante de nuevos actores, la movilidad y la conectividad ubicua.

Es un mundo en constante transformación que incide  y  r  retroalimenta  de  cambios  en  la  forma  de ver las cosas, en los comportamientos cotidianos, en  las  actitudes y en los valores, convirtiendo a ciudadanos, profesionales, clientes y mercados en tensores de cambio en función de nuevas demandas y necesidades que no son satisfechas por  las  formas  y  negocios convencionales.

Internet, la conectividad, la movilidad, la digitalización de los medios de comunicación, las redes sociales y las herramientas de software social han provocado el desarrollo de redes horizontales de profesionales, la formación de comunidades de interés y de consumo y la construcción  de  entornos  profesionales  de  aprendizaje  que conectan,  como  nunca  hasta ahora lo local y lo global, las demandas  de  los  clientes  con  las posibilidades  de  las  empresas y además lo hacen en cualquier momento  y  en  cualquier  lugar. Los efectos de la economía del conocimiento sobre el mercado laboral se reflejan por ello no sólo en el propio sector de las TIC, sino también en otras actividades más tradicionales que se están adaptando al nuevo entorno tecnológico. La demanda de estos profesionales cualificados se extenderá, por tanto, a todas las ramas productivas, existiendo así un verdadero potencial de generación de empleo. El  nuevo  espacio  de  trabajo  es un  lugar  global  y  conectado que  necesita  profesionales  que dominen un conjunto de nuevas competencias caracterizadas por su carácter digital como el aprendizaje continuo, las competencias colaborativas, la comunicación digital, el liderazgo distribuido y la gestión de redes y comunidades.

Ser más digitales entonces significa formar parte de una nueva cultura de la participación caracterizada  por unas barreras muy bajas para la producción de conocimiento  compartido,  la resolución de  problemas  de  manera  colaborativa,  la  circulación  y la  abundancia  de  la  información. En este sentido, la digitalización  se constituye como un  proceso  de  profunda transformación que exige  actitudes  de cambio  y de adaptación permanente para salir de zonas de confort y explorar nuevas posibilidades. Parece entonces evidente que si el desafío es digital las  organizaciones  precisan  de  la  cultura  digital.

El  reto  de  la  transformación digital de los negocios, se convierte en el reto de la transformación digital del talento, ya que sólo con profesionales competentes digitalmente podremos hablar de organizaciones competentes. El modelo de competencias digitales reúne así 8 (ocho) aspectos que todo profesional debe adquirir y desarrollar para afrontar el actual proceso de transformación digital:

 

  1. Conocimiento digital: Capacidad para desenvolverse profesional y personalmente en la economía digital. Hablar de conocimiento digital en  el  entorno  de  las  organizaciones  es  hablar de  estructuras  y  equipos  que  asumen  los  valores de  la horizontalidad,  la  innovación  abierta,  la  colaboración  y  la  inteligencia  Ser  competente  digitalmente  implica  evidentemente un conocimiento de tecnología pero significa sobre todo capacidad de exploración, aprendizaje y adaptación. El profesional con la competencia del conocimiento digital, utiliza de forma eficiente recursos y herramientas digitales, hace uso de herramientas y medios digitales en su desarrollo profesional, integra las nuevas lógicas digitales en su trabajo profesional y utiliza las herramientas digitales para el pensamiento reflexivo, la creatividad y la innovación.

 

  1. Gestión de la información: Capacidad para buscar, obtener, evaluar, organizar y compartir información en contextos digitales. Gestionar bien la información implica mejorar los actuales flujos de información dentro de las organizaciones.  Es  ser  capaz  de  obtener  información relevante pero también saber almacenarla y usarla. Requiere ser críticos con la información que recibimos,  interpretar  y  aprender  a  discernir  entre la  abundancia  de  información  que  se produce  a cada instante para discriminar y seleccionar aquélla que es relevante para nuestra actividad o nuestro negocio. Requiere el conocimiento y el uso de herramientas como redes sociales, microblogging, motores de búsqueda,  herramientas  de curación y mapas mentales. La correcta sistematización de la información permite la generación de conocimiento relevante, facilita la innovación y mejora la circulación de la información y la eficiencia de los procesos.

 

  1. Comunicación digital: Capacidad para comunicarse, relacionarse y  colaborar  de  forma  eficiente con herramientas y en entornos digitales. El profesional entonces con la competencia de la comunicación digital, puede comunicarse de forma eficaz y productiva con sus colaboradores utilizando medios digitales, participa proactivamente en entornos digitales, redes sociales y espacios colaborativos online, identifica nuevos espacios en los que participar que puedan ser de interés y establece relaciones y contactos profesionales a través de medios digitales.

 

 

  1. Trabajo en red: Capacidad para trabajar, colaborar y cooperar en entornos digitales. El desarrollo profesional, la capacidad de  mantenerse  al  día  y  de  aprendizaje continuo se revelan como una competencia fundamental, que implica, a su vez, que cada profesional sea capaz de aprender a aprender, reflexionar y seleccionar qué, dónde y de quién aprender. Trabajar en red no solo implica colaboración y coordinación, exige además saber gestionar la confianza y la autoridad en entornos no presenciales. Exige conocer cómo son los procesos de negociación en estructuras no piramidales. Trabajar en  red,  es una  competencia  básica  para  reducir  el  tiempo  y la  ineficacia  en  la  toma  de  decisiones  propia de las estructuras  jerárquicas.  Trabajar  en  red mejora la  circulación  de  la  información, favorece la visibilidad  de los resultados,  la  transparencia, la rendición de cuentas y a la larga la competitividad empresarial. Las capacidades que se desprenden de ello, permiten la producción de documentos colaborativos en línea, comunicarse, utilizando medios digitales, de forma eficaz y productiva con sus colaboradores, coordinarse y trabajar en equipo en entornos y con herramientas digitales y colaborar en redes formales e informales compartiendo información y conocimientos. El teletrabajo es el trabajo a distancia utilizando medios telemáticos, presentando esta modalidad una mayor flexibilidad en la organización del trabajo ya que el uso de las TIC permite superar las barreras espaciales y temporales.

 

  1. Aprendizaje continuo: Capacidad para gestionar el aprendizaje de manera autónoma, conocer y utilizar recursos digitales, mantener y participar de comunidades de aprendizaje. Aprender hoy tiene que ver con comprender los valores de la cultura digital, participar de manera proactiva en el propio proceso de aprendizaje, desarrollar  un  aprendizaje conectado, situado  y contextualizado, crear redes de aprendizaje, compartir  prácticas y experiencias, entender y manejar  el aprendizaje colaborativo, desarrollar la capacidad de autonomía en el aprendizaje, fijarse metas y objetivos, y tener espíritu crítico para seleccionar las fuentes del aprendizaje.

 

  1. Visión estratégica: Capacidad para  comprender  el  fenómeno  digital  e  incorporarlo en la orientación  estratégica de los proyectos de su  organización. En este aspecto, el líder con visión estratégica digital es el principal impulsor de la transformación digital de su organización. Fomenta además la formación y actualización de sus empleados en el ámbito digital. Entiende lo digital como una oportunidad de negocio y sabe cómo aportar valor desde la transformación digital. Gracias a la visión global y a la integración de toda la organización en la estrategia de transformación digital logra desarrollar una cultura  digital  que  permite  a  su  organización  incorporar cambios a su cadena de valor. Entiende la importancia de la identidad y la reputación digital y es el primero que adquiere una postura protagonista en el desarrollo de esta identidad. Comprende la importancia de los datos y de su análisis, monitoriza y tiene indicadores de reputación digital y de negocio.

 

 

  1. Liderazgo en  red: Capacidad  para  dirigir  y coordinar equipos de trabajo distribuidos en red  y en entornos digitales. La  transformación  de  los  mercados,  la  globalización, la digitalización trae consigo que cada vez sea más habitual trabajar con equipos multiculturales, pluridisciplinares, deslocalizados,  temporales  y móviles. Equipos liderados por personas  que  deben  ser  capaces  de  coordinar  en red,  en  entornos cambiantes, contextos  digitales y de manera distribuida. Liderar en red, de manera distribuida exige saber fomentar, impulsar y facilitar el uso de herramientas  digitales  por  parte  del  equipo  que  faciliten  la comunicación  y  la  circulación  de  información  y conocimiento. El liderazgo digital presupone haber desarrollado las competencias de gestión de la información, comunicación digital y trabajo en red; construyendo un liderazgo digital con ventaja competitiva, mejorando la integración de los equipos de trabajo, la optimización de los recursos y de las habilidades de los profesionales y finalmente, la eficiencia de los procesos.

 

  1. Orientación al cliente: Capacidad para entender, comprender, saber interactuar  y  satisfacer las  necesidades  de  los  nuevos  clientes  en  contextos digitales. El profesional con la competencia de orientación al cliente, en entonces capaz de  monitorizar la actividad de sus principales clientes/usuarios en la Red,  conocer el perfil de sus clientes y saber cómo se relacionan en la Red, y conocer las necesidades actuales y potenciales de clientes y usuarios para aportar soluciones y satisfacer las necesidades.

 

Bibliografía:

BEGOÑA, E.; IXONE, A. (2002). El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación: un nuevo reto para el mercado de trabajo. Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona. Vol. VI, núm. 119 (74). ISSN: 1138-9788.

ROCASALVATELLA, J. (2012). “Cap 8. Cultura digital y transformación de la organizaciones” en: Competencias digitales para el éxito profesional. Barcelona.